Antes de comenzar a hablar sobre la Gestión del Conocimiento y las herramientas tecnológicas utilizadas para su soporte, es importante esclarecer definiciones y diferencias entre Información y Conocimiento, pues usualmente en nuestro entorno utilizamos ambos términos de forma indistinta.
Autores como Davenport y Prusak (1998) describen la Información como “un mensaje, normalmente bajo la forma de un documento o algún tipo de comunicación audible o visible. Como cualquier mensaje, tiene un emisor y un receptor. La información es capaz de cambiar la forma en que el receptor percibe algo, es capaz de impactar sobre sus juicios de valor y comportamientos. Por lo tanto, estrictamente hablando, es el receptor, y no el emisor, el que decide si el mensaje que ha recibido es realmente información, es decir, si realmente le es útil”.
Por otro lado el Conocimiento es definido como “un conjunto formado por información, reglas, interpretaciones y conexiones, ubicadas dentro de un contexto y una experiencia, adquirido por una organización, bien de una forma individual o institucional. El conocimiento sólo reside en un conocedor, una persona específica que lo interioriza racional o irracionalmente” (Fundación Iberoamericana del Conocimiento, 2006).
Al conocer las definiciones de ambos términos es importante recalcar que la información no debe ser tomada como equivalente a saber o conocimiento, principalmente pues son procesos de distinto tipo y con resultados incomparables. La información no es en sí conocimiento. El acceso a ella no garantiza en absoluto desarrollar procesos originales de pensamiento. A pesar de que el conocimiento se basa en la información, ésta por sí sola no genera conocimiento. La promesa que, insistentemente se nos hace de acceso global y factible a grandes volúmenes de información desde las nuevas tecnologías no va a ser garantía de mayor conocimiento, ni de mayor educación.
Para que la información se convierta en conocimiento es necesaria la puesta en marcha, desarrollo y mantenimiento de una serie de estrategias. En primer lugar, identificar aquella información relevante para nuestro interés. Posteriormente a la selección de la información, debe ser analizada desde una postura reflexiva, intentando profundizar en cada uno de los elementos, adaptándola a nuestra propia realidad. Manteniendo esta perspectiva podremos afrontar y enfrentarnos a la evolución y el progreso de las nuevas tecnologías de tal forma que nos lleve en un futuro a crear una sociedad más humana y justa donde lo tecnológico y lo humano se integren al igual que los distintos puntos de vistas de las distintas culturas conformando la realidad en la que estamos sumergidos.
Gestión del Conocimiento
Conjunto de procesos y sistemas que permiten que el Capital Intelectual de una organización aumente de forma significativa, mediante la gestión de sus capacidades de resolución de problemas de forma eficiente (en el menor espacio de tiempo posible), con el objetivo final de generar ventajas competitivas sostenibles en el tiempo. Parece claro que el desarrollo de conocimiento se hace con el objetivo de emplearlo en la consecución de ventajas competitivas sostenibles, no simplemente acumulando conocimiento sin aplicarlo. Gestionar el Conocimiento viene a ser la gestión de todos los activos intangibles que aportan valor a la organización a la hora de conseguir capacidades, o competencias esenciales, distintivas. Es por lo tanto un concepto dinámico, es decir de flujo (Fundación Iberoamericana del Conocimiento, 2006).
Sistema de Gestión de Conocimiento
Bajo este concepto se considera a la organización como una suprarred que enlaza redes de personas, información y tecnología de comunicaciones. la gestión del conocimiento procura maximizar el aprendizaje organizacional con miras a incrementar su competitividad global a través de un conjunto de herramientas, técnicas y métodos que constituye la principal característica funcional del sistema, es decir, hacer coincidir las necesidades concretas de información de las distintas personas y equipos de trabajo con la disponibilidad efectiva de dicha información.
En concreto, un sistema de gestión del conocimiento permite la reutilización de la información almacenada en la organización y su incorporación en los procesos funcionales y operacionales integrando los sistemas de información existentes y permitiendo la durabilidad de la información y el conocimiento.
Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC’s) como habilitadores de la Gestión de Conocimiento
Las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC’s) poseen un impacto significativo tanto en la información como en el conocimiento. Por un lado, con la información, sus efectos son notables ya que hasta ahora ha hecho posible acceder a casi cualquier tipo de información. Mientras que con el conocimiento, las TIC’s, en sus distintas manifestaciones, prestan diversas formas de apoyo, entre las que destaca la de agilizar la comunicación entre los agentes del conocimiento, facilitando el intercambio de éste y el desarrollo del trabajo en común en las actividades de desarrollo de nuevos conocimientos, con el objetivo de hacer más fluidas estas relaciones de comunicación e intercambio, así como las de difusión y transmisión de conocimiento (Rivero, 2002).
Según Rivero (2002) existen tres tipos de herramientas que se emplean para dar soporte a las actividades englobadas dentro de la gestión del conocimiento:
· Herramientas de carácter genérico: concebidas para facilitar nuevos aspectos del trabajo que se lleva a cabo en las organizaciones, para el manejo de la información, en el sentido más general, o para hacer más fáciles y fluidas las relaciones entre las personas. En este grupo podrían incluirse aplicaciones como el correo electrónico, la video conferencia, las bases de datos, los productos para soporte del trabajo en grupo (groupware), para soporte de los procesos secuenciales de gestión de la información (workflow o flujos de trabajo) y otros de este tipo.
· Herramientas y productos orientados al soporte de actividades estrechamente vinculadas a la gestión del conocimiento: Por ejemplo, los productos multimedia de formación, las aplicaciones que forman parte del e-learning o los simuladores para entretenimiento de operadores de ciertos equipos o instalaciones.
· Plataformas tecnológicas, creadas expresamente para dar soporte a la gestión del conocimiento: en las organizaciones y que se han desarrollado siguiendo modelos específicos, más o menos acertados, según los casos, de gestión del conocimiento. Son productos que se venden con distintos nombres comerciales y que generalmente se ofrecen como “soluciones de gestión del conocimiento”. Una vez más se llama la atención sobre el hecho de de que una herramienta, por elaborada y completa que sea, no debe confundirse con una solución. En cualquier caso, lo cierto es que ha aparecido especialmente en la gestión del conocimiento, aunque en la mayoría de ellas se aprecia que han sido construidas, en buena medida, a partir de herramientas de carácter genérico, convenientemente adecuadas a aspectos concretos de la gestión del conocimiento q integradas, de modo que se obtenga un producto preparado para dar soporte a diversos aspectos de dicha actividad.
Referencias Bibliográficas:
Davenport, T. y Prusak, L. (1998). Working knowledge: How organizations manage what they know. Cambridge, EEUU: Harvard Business School Press.
Fundación Iberoamericana del Conocimiento (2006). Área Académica: Conceptos Básicos [en línea]. Disponible en:
http://www.gestiondelconocimiento.com/conceptos.htm Consulta: 05 de Enero de 2008.
Rivero, S. (2002). Claves y pautas para comprender e implantar la gestión del conocimiento. Madrid, España: Ítaka.